Cálidas y tenues expresiones
nacen despavoridas,
son aquellos entes
que no sanan hasta ser queridos.
Aluden a un beso secreto,
lo pide en el fondo mi corazón,
son una ilimitada estadía para mis labios
quedarían abandonados e ignorados,
en silencio viviendo del pasado.
Mirad ahora, juego con palabras,
las que nacen de un simple resplandor,
que tan solo piden,
un segundo de inagotable pasión.
Insisto, quiero una sola sonrisa,
que sea una abrumante brisa
que por las noches mis sueños embellezca,
y sin más, de día desaparezca.
La caricia tierna de primavera,
os pido con clemencia,
aquella que recorra mi cuerpo
sin sentir la tormentosa indecencia.
Anheladas miradas que aniquilan,
me llevan a la profunda perdición
encontrando en ellos
